Desde el estreno de la serie sobre la vida de Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como Chespirito, miles de fanáticos han revivido con nostalgia las historias y personajes que marcaron generaciones en toda América Latina.
Pero con ese regreso a la memoria colectiva, también han resurgido viejas versiones y mitos, como la historia sobre la supuesta muerte del actor Raúl “Chato” Padilla, quien interpretó al querido Jaimito el cartero, dentro del propio set de grabación.
Durante años, ha circulado la versión de que el actor falleció al terminar las grabaciones de un episodio de El Chavo del 8, y que su cuerpo fue encontrado en su departamento dentro de la icónica vecindad.
Sin embargo, esta historia no es más que una confusión alimentada por la ficción.
¿De dónde viene el rumor de la muerte de Jaimito el cartero?
El origen de esta leyenda urbana se remonta a El diario del Chavo del 8, un libro publicado por el propio Gómez Bolaños. En él, el personaje del Chavo relata episodios que nunca aparecieron en la serie televisiva.
Uno de los fragmentos más conmovedores describe la muerte de Jaimito el cartero con una carga emocional que ha hecho creer a muchos lectores que se trataba de un hecho real:
“Ayer sucedió lo mismo que la otra vez, que Jaimito, el cartero, no salió de su casa para nada (…). Entonces subí para ver si le pasaba algo. Y lo que pasaba era que ya estaba muerto. Tenía los ojitos cerrados, como si nomás estuviera dormido”.
La forma en que está escrita esta escena generó tanta confusión, que incluso algunos medios difundieron la versión como si se tratara de un hecho ocurrido durante las grabaciones del programa.
¿Qué pasó realmente con Raúl “Chato” Padilla?
La verdad es que Raúl Padilla falleció a los 75 años en la Ciudad de México, víctima de un infarto agudo al miocardio. Nada tuvo que ver su muerte con un episodio grabado o con el foro de Televisa.
Padilla, originario de Monterrey, fue uno de los últimos actores en sumarse al elenco de El Chavo del 8, pero rápidamente se ganó el cariño del público con su paso lento y su mítica frase: “Es que quiero evitar la fatiga”.
Lo que sí se desconoce hasta la fecha es el paradero de sus cenizas. No hay información oficial sobre si fueron depositadas en algún lugar específico o esparcidas, lo que ha dado lugar a nuevas especulaciones sobre el destino final del actor.
Más allá del rumor, la historia de Raúl Padilla es la de un actor que encontró en la comedia un canal para llegar al corazón del público. Y aunque ya no esté, su legado sigue vivo.
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