El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado un giro en su política migratoria anunciando en las últimas horas que algunos inmigrantes indocumentados podrán permanecer en el país sin ser deportados.
Esta medida, que se conoce como una excepción dentro de sus estrictas políticas migratorias, se aplica específicamente a aquellos que trabajan en el sector agrícola.
De acuerdo con el mandatario, los trabajadores agrícolas que llevan años residiendo de manera ilegal en el país tendrán la oportunidad de regularizar su situación, siempre y cuando su empleo esté en esta área esencial.
El anuncio se produjo poco después de la salida de Elon Musk del gobierno, quien había sido asesor cercano de la Casa Blanca, lo que generó aún más controversia sobre la dirección de la política migratoria.
Sin embargo, Trump defendió su medida, señalando que los granjeros estadounidenses, que han dependido de los trabajadores agrícolas indocumentados durante años, no deberían ser perjudicados por una deportación masiva.
“No podemos hacerles eso a nuestros agricultores ni a los establecimientos de ocio, ni a los hoteles. Tendremos que usar el sentido común”, dijo el presidente en un video compartido en X por Geiger Capital el pasado 12 de junio.
(Trump ahora hace excepciones a las deportaciones: ¿Personas que llevan aquí 20 o 25 años trabajando de maravilla y el dueño de la granja las adora, y se supone que hay que echarlas? No podemos hacerles eso a nuestros agricultores, ni a los establecimientos de ocio, ni a los hoteles. Tendremos que usar el sentido común.)
¿Qué deben hacer los indocumentados para no ser deportados?
Los trabajadores agrícolas indocumentados deberán tramitar una visa H-2A, un permiso que debe ser solicitado por el empleador para permitirles continuar trabajando en el país de manera legal.
Este cambio de política llega en un momento en que las tensiones sobre la inmigración en EE. UU. continúan siendo un tema candente, mientras que otros inmigrantes y países continúan enfrentando restricciones para ingresar al territorio estadounidense.
El anuncio subraya la lucha constante del gobierno estadounidense por equilibrar la seguridad fronteriza con las necesidades económicas del país, especialmente en sectores como la agricultura, donde la escasez de mano de obra podría verse exacerbada por la deportación masiva de trabajadores indocumentados.
(Nota creada con información de Semana)
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