
Una tragedia sacudió Pakistán cuando Sana Yousaf, una joven influencer de 17 años, fue asesinada por su propio padre en un acto de violencia relacionado con el “honor” familiar.
Sana, quien contaba con más de un millón de seguidores en TikTok, fue asesinada a balazos en Rawalpindi después de rechazar la solicitud de su padre de borrar su cuenta de redes sociales.
De acuerdo con las autoridades, el padre de Sana, de quien no se reveló la identidad, disparó contra su hija en al menos dos ocasiones luego de que ella se negara a eliminar su cuenta de TikTok.
En un intento de encubrir el crimen, el hombre trató de manipular la escena para hacer parecer que su hija se había suicidado; incluso inculparon al joven Umar Hayat, de 22 años, asegurando que este la había matado por negarse a ser su amiga.
Sin embargo, tras investigaciones preliminares, la policía descubrió la verdad y arrestó a Umar Hayat.
Sana Yousaf era originaria de Chitral, en el norte de Pakistán, y se dedicaba a compartir contenido relacionado con la música y la vestimenta tradicional de su región a través de videos en TikTok.
Su popularidad creció rápidamente, lo que, según algunos informes, habría causado malestar en su familia, especialmente con su padre, quien no aprobaba la exposición de su hija en redes sociales.
Feminicidios en Pakistán por cuestiones de ‘honor’
El asesinato de Sana Yousaf se suma a una serie de feminicidios en Pakistán relacionados con la violencia por “honor”.
En 2024, otro caso similar conmocionó al país cuando un joven estranguló a su hermana, Maria Bibi, bajo la misma justificación.
El caso de Sana Yousaf ha generado una fuerte reacción en redes sociales, donde usuarios exigen justicia para la joven y condenan el machismo y la violencia contra las mujeres en Pakistán.
Además, se destaca cómo las mujeres, a pesar de las dificultades, recurren a plataformas como TikTok para generar ingresos, enfrentando barreras en un país con una creciente desigualdad de género.
Mientras tanto, las autoridades pakistaníes continúan investigando el caso, y la comunidad local exige un castigo ejemplar para el asesino, un recordatorio de la lucha constante por los derechos y la libertad de las mujeres en una sociedad marcada por estructuras patriarcales.
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