¿Un misterio? Aparece ‘niña fantasma’ en tercer piso del Hospital Escuela

¿Un misterio? Aparece ‘niña fantasma’ en tercer piso del Hospital Escuela

En los silenciosos pasillos del Hospital Escuela Universitario de Tegucigalpa, capital hondureña, circula desde hace años una historia que ha calado hondo entre el personal médico y los pacientes más antiguos.

Se trata de una figura enigmática: una niña vestida con bata blanca que aparece, sin previo aviso, en el tercer piso del hospital, donde se encuentran las áreas pediátricas, siempre de madrugada.

Médicos, enfermeros, vigilantes y hasta familiares de pacientes han reportado encuentros con la misteriosa figura. Según testimonios, la niña suele caminar en silencio por los corredores, o simplemente aparece sentada en una banca, con la mirada fija y serena.

Su presencia, sin embargo, no es algo que pueda explicarse con facilidad.

Testimonio de enfermero

Uno de los testimonios más impactantes proviene de un enfermero veterano, quien relata un episodio vivido durante un turno nocturno.

“Vi a una niña sentada en la banca del pasillo. Pensé que se había salido de su habitación, así que me acerqué para regresarla. Pero cuando me miró… sentí un escalofrío. Se levantó, dio unos pasos y desapareció. Revisamos las cámaras de seguridad y no había nada. Solo un parpadeo negro justo a la hora en que la vi”, expresó.

Este tipo de episodios se han repetido durante años, sin una explicación concreta. Algunos trabajadores del hospital aseguran que se trata del espíritu de una menor que falleció en ese mismo piso, hace décadas, esperando atención médica que nunca llegó.

Otros, con más recelo, creen que no se trata de un alma inocente, sino de algo más siniestro: un demonio disfrazado de niña que ronda entre los enfermos y trabajadores.

Pese al miedo que despierta, nadie ha reportado agresiones ni incidentes directamente relacionados con la aparición. Sin embargo, el solo hecho de verla, aseguran quienes la han encontrado, deja una sensación difícil de olvidar.

El hospital no ha emitido ningún pronunciamiento oficial al respecto, y muchos prefieren callar para no ser tomados como supersticiosos. Pero entre pasillos, entre turnos de madrugada, la historia sigue viva, contada en voz baja por quienes aún miran de reojo cada vez que suben al tercer piso.

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