
Dos jóvenes fueron encontrados sin vida en el interior de un vehículo luego de, aparentemente, sufrir una sobredosis tras ingerir estupefacientes, en el municipio de Ticuantepe, Managua, Nicaragua.
Las víctimas fueron identificadas como Belkis Julieth Hernández Ramírez, de 23 años, madre de un niño de dos años, y Cristofer Gabriel Madrigal Balmaceda, de 25 años.
Los cuerpos fueron hallados en un carro turismo, marca Toyota, color gris, placa MY16384, que estaba estacionado frente a un bar de la zona antes mencionada.

Agentes policiales se presentaron al lugar del hallazgo e iniciaron las investigaciones correspondientes, entre ellas la solicitud de las grabaciones de las cámaras de seguridad del bar cercano para determinar lo ocurrido en las horas previas al fallecimiento.
Asimismo, informaron que, por el momento, se descarta la participación de terceras personas en el hecho, ya que no se encontraron indicios de violencia ni dentro ni fuera del vehículo. Sin embargo, las investigaciones continúan abiertas para esclarecer los detalles de este lamentable suceso.
Los cuerpos fueron enviado al Instituto de Medicina Legal, que será el encargado de confirmar las causas exactas de muerte mediante exámenes forenses.
Video muestra cuando encuentran a pareja muerta por supuesta sobredosis
A través de medios locales se han difundido varios videos del momento en que la familia de Belkis Julieth Hernández Ramírez llegó hasta el lugar donde estaba su cuerpo.
“¡Belkis, no! Ay, juepucha, hija, no”, se escuchaba decir a varias personas, entre ellos el padre de Belkis, mientras lloraban al confirmar su fallecimiento.
La abuela de la joven, doña María del Carmen Gutiérrez Ortiz, relató que la noche del viernes 4 de julio, alrededor de las 9:00 de la noche, su nieta recibió una llamada de una persona conocida y salió de casa.
“Ella siempre andaba con su hijo. Nunca lo dejaba. Era una muchacha responsable”, comentó entre lágrimas.
Hernández Ramírez se ganaba la vida lavando y planchando ropa, y estaba separada del padre de su hijo.
Por su parte, Cristofer Gabriel Madrigal trabajaba en una empresa distribuidora y comercializadora de materiales eléctricos, cerámicos y ferreteros en Managua.
De él se reveló que tenía novia y participaba regularmente en cultos evangélicos los fines de semana en el municipio de San Marcos, Carazo.
Era sobrino del pastor Ronald de Jesús Beteta Martínez, quien también expresó su consternación ante la inesperada pérdida.
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